sábado, 13 de diciembre de 2008

"El Dolor de Ser como se Es" (I: Imago)


Hubo un ser humano, muy feo, muy triste y muy enfermo; y otro que era la belleza, gracia y talento mismo. Y tras el suplicio que toda la humanidad le propinaba al deforme y feo monstruo paso algo increíble:



“-¡Agua! -repitió por tercera vez Quasimodo.Entonces vio cómo se apartó el gentío. Una muchacha curiosamente ataviada salió de entre la gente. Iba acompañada de una cabrita blanca de cuernos dorados y llevaba una pandereta en la mano.El ojo de Quasimodo centelleó. (…). Estaba seguro de que también ella había venido para vengarse y darle, como hacían los otros, su golpe correspondiente. [...]Ella, sin decir una sola palabra, se aproximó al reo, que se retorcía en vano para librarse de ella, y soltando una calabaza que a guisa de recipiente tenía atada a la cintura, la acercó muy despacio a los labios áridos del desdichado.Entonces, de aquel ojo tan seco y encendido hasta entonces, se vio desprenderse una lágrima que fue lentamente deslizándose por aquel rostro deforme y contraído hacía ya mucho rato por la desesperación.”

Este portento nunca pasaría y aun en la imaginación tierna y triste no paso del todo:


Quasimodo nunca fue amado por Esmeralda, ella sintio compasión, nada mas.
Siempre triunfa el que nació para eso por mas de que tengan pena y hasta cariño por nosotros, somos solo una eterna herida; la imagen lo es todo y nadie nunca triunfa sobre ella, nacimos para morir en este mundo

“…las moscas han nacido para ser comidas por las arañas, y los hombres para ser devorados por las penas…” (Voltaire citado por Schopenhauer: “Los Dolores del Mundo”, Cap. I: Desilusiones)